Este no va a ser otro simple relato como el que estoy
acostumbrado a hacer. Voy a explayar mi mente. Voy a llevarla a los horizontes
perfectos donde el único bienvenido allí es el silencio. Voy a hacer un intento
de explicar en estas palabras en qué consiste lo que tanta gente busca pero en la
mayoría de las veces fracasa. Y los que logran llegar a ella no terminan de
conseguirla en su totalidad. Allí es donde intentaré llevarlos en este breve retrato. Quizás
ustedes piensan que hablaré únicamente de ser feliz en sentido de las emociones y de
esos estúpidos sentimientos que se sienten al ser feliz, que trataré de
convencerlos con simples frases para que sigan leyendo, pero como veran no será
así.
La felicidad no es un término fácil de definir. Si bien
es un sentimiento está compuesto por diversos factores. El ser feliz es tan
fácil que se vuelve complicado. Para ser feliz no hay una receta indicada a
seguir, sino que cada uno tiene su propia forma de llegar a la felicidad. Para
esto tiene que superar la prueba más difícil: conocerse a sí mismos. Con esto me
refiero a que uno tiene que saber qué es lo que lo hace feliz, y con oídos
sordos, pero sin cerrar los ojos para no estrellarse en el camino, ir tras eso
que lo hace feliz.
En caso de no llegar al destino que deseas, al terminar el
fallido intento descubres que quizás esa no es tu felicidad. Es ahí donde
precisas del tiempo para comprender que es lo que tienes que hacer para ser
feliz. Aquí es donde el ser humano vuelve a fracasar y se hunde en esta triste
sociedad donde cada uno hace las cosas que no le gustan y a lo que no están
destinados y se esconden tras esa falsa pared que no los deja avanzar.
Algunos tienen suerte de encontrar otra persona la cual les
de ese tiempo que necesitan para ser feliz. O aunque sea para darse cuenta que es en verdad lo que los hace felices. Es allí donde el amor juega un papel muy importante en la
felicidad. El amor diría que es el pulmón de la felicidad, donde se puede
encontrar aire nuevo y renovado para seguir adelante. Es por eso que para hallar
la persona ideal para que te acompañe el resto de tu vida tienes que tener en
cuenta tanto tu felicidad como la suya y es implica necesitar del otro para ser
feliz. Otras personas caen en la desgracia de conocer gente que les dicen que
nunca alcanzaran sus sueños, quizás porque ellos no alcanzaron los suyos. A eso
me refiero al decir que hay que hacer oídos sordos. Si tienes un sueño que
sabes que te hará feliz corre tras él como un desquiciado. Y no pares hasta
conseguirlo.
Para concluir la felicidad es todo esto que acabo de redactar
quizás pueden agregarse otras cosas pero no son tan indispensables. Ser feliz es
estar donde uno quiere. Con quien uno quiere. Haciendo lo que uno quiere. De la
manera que uno quiere hacerlo. Cada uno somos responsables de nuestra
felicidad. Nosotros forzamos nuestro destino para ser felices. Es por eso que debes correr.
Corre tras tus sueños y se feliz. Es el mejor regalo que te puedes hacer.
Martin Mendez .
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