martes, 23 de octubre de 2012

Relato a una mujer

Relato a una mujer


Acá estoy. Sé quizás seré juzgado por mi breve relato a la mujer, pero quise expresarla. Porque esta aquí dentro de mi mente. Tocando bien al fondo de mi corazón. Quizás no estas lineas no vayan referidas a alguien en particular pero creo que no estamos haciendo reverencias suficientes a lo mas preciado en este mundo. Por ese motivo a falta de hechos están las palabras. 



A veces cuestiono porque tenemos que menospreciar tanto tu presencia mujer. Hay tantas cosas en el mundo. Tantos estúpidos deseos pendientes y yo solo quiero uno. No pido mucho en esta injusta vida, tan solo poder lograr tu felicidad. Para poder apreciar tu belleza íntimamente. Para poder gozar de la suave textura de tu piel. Para poder disfrutar la maravillosa vista que brinda el reflejo de tus ojos. Y yo un simple mortal que cae a tus pies. Siendo víctima total de tus encantos. Si tan solo pudiese compartir unos momentos con tu radiante figura. Si tan solo pudiese disfrutar del resplandor que emana tu felicidad. Quitando el hecho de que la mejor curva de una mujer es su sonrisa. No creo que haya una gesticulación que se asemeje en complejidad a la de tus labios al descubrir tu sonrisa, dejando salir radiantes destellos de perfección. Si tan solo pudiese saborear tus labios color carmesí. Si tan solo pudiese contactar con ellos. Teniendo una sensual charla transitoria y poder viajar así por las galaxias de la locura haciendo latir desenfrenadamente mi corazón. Convirtiéndolos en zumbidos, acelerar mi pulso con el solo contacto de tus suaves manos sobre mi rostro. Esas manos Talladas a la perfección por los dioses. Con las que cada noche alineas las estrellas de mi cielo. Cielo que te debo mujer, por brindar tanta perfección a este degradado mundo. Es cierto que mis quejas no se justifican ya tendría que ser un agradecido por tener conocimiento de la única maravilla del mundo. Digo única ya que todo se vuelve diminuto ante una mujer. Aceptando la hipótesis de que eres de este mundo, bendito sea dios por crear distintos sexos.
Algunas veces, mientras me sumerjo en los profundos sueños del recuerdo, pienso. Razono si conocerte es un castigo o una bendición. Sustentando mis teorías en que me parece la peor condena no poder sacar de mi mente tu imagen cada noche al mirar la luna. Más aun sabiendo que no puedo correr a buscarte y gritarte en la cara lo que está grabado en mi corazón. Bendición, solo un bruto no puede considerarse bendecido de tener trato alguno contigo. Para ser sincero no creo en la perfección. De qué sirve esta descripción si no soy honesto .No creo que seas perfecta. Es que debes tener defectos para poder yo ilusionarme con tenerte. Y para corroborar nuevamente de que perteneces a este planeta. Suena raro pero es aun más fascinante  la manera en que la minoría de tus defectos se alinean con tus virtudes para crear la perfección. Tu imperfecta perfección. Dirán que estoy loco pero es así. Y así lo prefiero. Es muy grande la probabilidad de que mi locura se base en tu existencia.
Creo y espero que no esté olvidando nada. Pero claro está que si comparamos este pequeño detalle con todo lo que he escrito sobre ti, las chances de que haya olvidado quizás lo más importante serian muy grandes. Tan grandes como las de poder corroborar que no existe ser como tú. Y si a caso algún día no vuelvo a verte he aquí una mínima descripción que puedo hacer sobre ti. Podría dar más lujos de detalles pero tengo que volver a soñar pasiones locas con vos. Quizás simplemente tenga ganas de verte.

Martin Mendez .

Autodestrucción




  Autodestrucción

Aquí voy nuevamente. Tratando de desahogarme con un trozo de papel. Como no hacerlo, si es el único que puede entender mis dolencias. El único capaz de escuchar mis mudos gritos de dolor. El único capaz de quitarme estas toneladas de tristeza y remordimiento que cuelga de mis hombros. Tanto le debo a este trozo de papel que me veo en la situación de acudir a él una vez más.

Mi nombre es James Howard, tengo 36 años aunque debido a mi adicción a las drogas y al tabaco luzco una década más grande. Sé que no es la vida que desee pero saben cómo es esto, uno entra y luego no hay forma de salir. Lo único que me queda es mi música y esto. La escritura es lo que calma mis ganas de dejar las drogas. Me gano la vida cantando en distintas calles. Aunque sé que mi música no vale nada. Lo único que ellos tienen es lástima. Lástima de mi crítico estado drogadicto. Lo peor de todo esto es que no pienso cambiar mi forma de ser. Mi vida ya está perdida. Perdida desde aquel día en el que hice negocios con aquel vendedor y me dijo “disfrútala hijo”. Maldito desgraciado, arruino mi vida. Sin embargo es mi mejor amigo.
Mi vida no pasa por más que esas tres cosas. La música, la escritura y lastimosamente la droga.  Mi vida que quien sabe cuanto llegue a durar. Quizás muera mañana o viva unos cuatrocientos años. Quien sabe me pueda recomponer de mi estado crítico o me haga más adicto aun. Lo único que pido es volver a ser adolescente, para poder recomponer todos mis errores. Para no quemar mi dinero en efectivos métodos de autodestrucción. Por lo menos no joder la vida de los demás, porque al fin y al cabo todo mi entorno sufre mis defectos, mis errores, mis adicciones. Quisiera poder tener una mujer a mi lado. Y quien dice uno o dos baroncitos. Ponerme loco cuando mi hija me traiga su novio, si la tuviera. Hay tantas cosas que quisiera hacer. Pero sé que no puedo darme el gusto. Ya mucha gente sufre a costa mía, no pienso seguir dándole el gusto a la maldita droga.

Aquí viene devuelta. Está atacando mis neuronas. Ya hace dos horas consumí el último cigarrillo. Desde el sábado que no me inyecto, y hoy es Martes. Ni se imaginan lo que es eso para mí. Todo un record. Estas desesperadas ganas ya no puedo aguantarlas. Debo dejarte papel, debo ir a auto complacer mi deseos. Debo ir a restarle minutos a mi vida. Todo esto pasa por mi mente. Y la de cualquier adicto. Pero te prometo que volveré, ya que es al único que puedo contarle mis horrorosos gustos sin que me critique. Para seguir relatando mi autodestrucción.

(Luchemos por darle una mejor vida a la humanidad. Ayudemos a nuestro futuro. No luches contra una buena vida con drogas. Lucha contra las drogas con una buena vida. Terminemos con toda esta basura y con quienes la causan. Todas las vidas valen la pena.)
     
Martin Mendez .